—Bitácora de vuelo—
—no te hagás el espok
y corré más rápido
que nos matan
esto marciano de la 19
y te van a rodar
las orejas
hasta la zanja.
—La zanja. La recuerdo
tomando sol
a orillas de la zanja
sus pelos con abrojos
excitaban
a lo vendedore
de sandía
y su risa
helaba el barrio
todos la veían
le creían santa
por el barro seco
que frotaba en su pierna
y aparecía como
santa rita envuelta
en una nube
con su cara
color acero y
—seguí corriendo
que nos cagan a palo
—y te acordá del viejo
que creía ser san jorge
y yevaba al matungo
a tomar agua
a la zanja
se sentaba siempre
sobre el caño ése
que estaba roto
y miraba a la gente
y veía dragone corría
a los pibes les quería
sacar lo dragone
de la cabeza
te acordá
—sí, eran piojo
—no, loco
eran dragone en serio
—espok
no digá boludece
y decile a tu piba
que compre faso y gayetita.
V
La zanjita. A la zanja
según el más viejo del barrio
la creó el diablo
allá por el año en que
el más viejo del barrio
perdió una pierna
en una guerra en la que todos
perdieron una pierna
pero el más viejo
cree que el diablo bajó
con un látigo
pa castigar al hijo del del
garage porque se curtía dó
vino blanco por hora y a la
hija del cartero no
entonce enfurecido
pegó un chutazo
y volaron la piedra
y el barro
—ahora van a venir lo sapo
y la culebra
y todo lo vecino
van a ser bautizado
en esta zanja—
El diablo se fue
y lo sapo
no nos dejaron dormir
nunca más
VII
Aprovechaban que el viernes el
pelahueso dormía en la seccional y se
instalaban en la pared que da a los
monoblock. Los heavys con sus pelos
quemados y ojos de arsénico como tocaban
esos chicos la pared a cada rato
rituaban con eso de romper la puntita lo
divertido de romper la cajita del
tetra mientras apagaban el grabador sólo
la voz del viento sólo el ruido de
tijera que salía de entre los yuyos.
En el cementerio todo es posible los heavys
hasta pueden tener frío un radiador de
colectivo tirado ahí darte el calor todo
un invierno. Al fin la fiesta y arman una
nave y otra nave y fuman otra
nave más le cantan al azar a lo que puede
caer cantan al agua que sale de
los huesos fríos que forma un discreto lago
un hermoso ojo de agua
que descargaen una zanja.
*Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 1962. Bibliotecario, poeta, músico y estudiante de filosofía. Fue colaborador de la revista/editorial La Trompa de Falopo, en 1990. Actualmente, colabora en la revista digital Atmósfera. Textos extraídos de "La zanjita" (1992). Más sobre el autor acá.
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